En un pequeño pueblo de algún lugar de Uruguay se conoce la historia del “Monstruo de Marga”, muchos conocen su historia y aseguran haberlo visto pero pocos han sido capaces de presenciar a esa espeluznante bestia. A Continuación les contaré la historia de Don Juaquín un hombre de ya avanzada edad que fue uno de los testigos de este fenómeno.
Don Juaquín andaba dando vueltas como siempre en el campo a altas horas de la noche, no era extraño que no sintiera miedo ya que él es un casero de una gran estancia que muchas veces le tocó cuidar de noche, esa noche quiso recorrer un poco más el campo así que se internó entre los árboles con solo la compañía de su fiel caballo “Jopé”.
Pasaron las horas y Juaquín seguía dando vueltas por el bosque hasta que de repente sintió un ruido desgarrador, no era llanto sino un lamento que venía de lo más profundo del bosque, Juaquín quiso saber la fuente de tan estruendoso lamento así que se guió por el sonido. Como Juaquín es un hombre de campo no se le hizo difícil manejar entre las chircas en la oscuridad así que en poco tiempo pudo llegar al origen del ruido. Cuando Juaquín se acercó a la cosa que producía ese sonido se dio cuenta que lo producía un bebé, claro que Juaquín sin pensarlo dos veces agarró a ese bebé que estaba envuelto en un montón de trapos sucios, y lo llevó con él.
Cuando por fin pudieron salir del campo y llegar al pueblo Juaquín le quitó las mantas sucias al bebé para verle su cara pero algo lo sorprendió porque eso, lo que tenía en brazos no era un bebé. Juaquín vio que esa cosa que tenía en brazos era espantosa, tenía dos dientes como colmillos y la nariz de un cerdo pero lo que más le llamó la atención fue esos ojos latones que lo miraban fijamente.
Claro que Juaquín al ver tan atroz criatura lo soltó pero esa cosa no lo quería soltar, así que Juaquín con todas sus fuerzas arrojó al bicho y salió a todo galope hasta llegar a las autoridades que enseguida se pusieron a averiguar qué era esa criatura tan deforme que hoy en día dejó al pobre Juaquín con unas serie de heridas en el pecho.
Así que ten cuidado con lo que agarras en el medio del campo podrías encontrarte con “ el monstruo de margat”.
Cuando por fin pudieron salir del campo y llegar al pueblo Juaquín le quitó las mantas sucias al bebé para verle su cara pero algo lo sorprendió porque eso, lo que tenía en brazos no era un bebé. Juaquín vio que esa cosa que tenía en brazos era espantosa, tenía dos dientes como colmillos y la nariz de un cerdo pero lo que más le llamó la atención fue esos ojos latones que lo miraban fijamente.
Claro que Juaquín al ver tan atroz criatura lo soltó pero esa cosa no lo quería soltar, así que Juaquín con todas sus fuerzas arrojó al bicho y salió a todo galope hasta llegar a las autoridades que enseguida se pusieron a averiguar qué era esa criatura tan deforme que hoy en día dejó al pobre Juaquín con unas serie de heridas en el pecho.
Así que ten cuidado con lo que agarras en el medio del campo podrías encontrarte con “ el monstruo de margat”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario